PENDILLA DE ARBAS

 
Pendilla de Arbas

Datos básicos

Altitud: 1.340 m.
Distancia al Ayuntamiento: 13 Km.
Fiesta: 16 de agosto (San Roque)


Etimología

Según algunos, el nombre de Pendilla (o la antigua ´Pendiella´, como escribe Madoz, a mitad del s. XIX) vendría de pendiente o tierra pindia.

Otros prefieren la hipótesis de ´peñasco´ o ´peñedo´, con evolución a ´peñedilla´, que sería antesala del nombre actual.

No nos parecen suficientes estas deducciones, sin que, a falta de otras más plausibles, podamos descartarlas.


Historia y legendaria. Actualidad

Acercarse a Pendilla sería tomar viaje de una sola dirección, pues el asfalto muere en el pueblo, cuando vislumbra los arranques del monte. De allí parte hacia el norte, en empedrado de más de dos mil años, la antiquísima ´Vía de la Carisa´, a la que nos hemos referido en otro lugar, y trabajosamente asciende a la raya de Asturias, por la Collada de Propinde.

En una cota cercana a Propinde, aunque de altura superior, se pueden ver restos de edificaciones, chozas circulares y basamentos de un asentamiento prerromano. En la parte asturiana, las señales de castros se multiplican, con la atención creciente del Principado hacia esta joya de los albores de la historia. A falta de las necesarias excavaciones y estudios, es muy probable que se trate de bastiones defensivos astures, posteriormente utilizados por Publio Carisio en su cerco a los pueblos no sometidos, en la campaña de conquista romana, en el siglo I antes de Cristo.

El trazado de la Calzada es aún visible durante casi tres kilómetros, en su acercamiento en zig-zag hacia el paso del puerto. Ruta, por tanto, de contenido histórico y sublime belleza paisajística, que se hace necesario priorizar, como uno de los vestigios más interesantes del noroeste español.

Este acercamiento preliminar a Pendilla no lo convierte, sin embargo, en lugar de paso. En Pendilla resulta imperativo detenerse, inquirir a los naturales noticias sobre otros topónimos indicativos, como ´Braña Redonda´´Bustamores´´El Calero´´La Majá el Prao´´Las Majaínas´ o ´Las Bernesgas´. Comprobarán, así, que nadie en Pendilla o en Camplongo pone en duda que el Río Bernesga nace en Propinde, mal llamado por los mapas actuales ´Río Camplongo´. Así se lo enseñaron sus maestros, durante la primera mitad del siglo XX…

El ´Pico Tres Concejos´ parte jurisdicciones, (Aller, Lena y Villamanín), y hace casi mil años dio la piedra para la construcción de la Colegiata de Arbas. Era de grano, amarillenta, útil para el grabado y la decoración.

En el pueblo se respira un aire de provisionalidad, como a la espera de una inminente clausura. Solo una fachada con blasón, del 1.704, y caprichosos dibujos de piedra, recuerdan el esplendor de este enclave alto, cuando - todavía a mediados del siglo XX - asistían a la escuela 40 niños, siendo hoy el solar un caserón en ruinas. Estaba en auge la trashumancia, y se contabilizaban hasta cinco rebaños. Hoy quedan dos ganaderos de vacuno, y tan solo tres casas encienden fuego en el invierno. La venerada Ermita de Santa Ana también desapareció.

´De los sembrados de patatas, cebada, arbejos, centeno y lentejas… de las veceras comunales… de los puertos y pastos repletos de ganado… de la escuela y la fragua y el molino y el párroco… no queda rastro´. Así se expresa Lorenzo González, desde la altura de sus 90 años, con un punto de nostalgia en las pupilas. ´¿Y qué delito habremos cometido?´.

Pregunta para nadie, a la niebla y el viento.

Venir a Pendilla es sumergirse en la caducidad. Descubrir la desidia de los poderes, su infinita ignorancia, que prima los graneros de votos de los enjambres ciudadanos sobre la nobleza de lo ancestral.

Pero, no lo olvidemos, venir a Pendilla es sumergirse en la belleza.