POBLACIÓN

Villamanín no fue ajeno a la catastrófica situación del abandono rural, en la segunda mitad del siglo XX, que ha despoblado comarcas enteras, como la leonesa de Babia. Su evolución poblacional ilustra esta situación migratoria, nefasta bajo todos los puntos de vista, al dejar sin tejido comunal infinidad de pueblos de larga y dilatada historia.

Las favorables comunicaciones con que cuenta el municipio, el paso del ferrocarril y las extraordinarias condiciones de acogida para el turismo activo han limitado en algún modo este éxodo empobrecedor. Además se han emprendido políticas de inserción social, como la explotación propia de los servicios municipales, la promoción de pequeñas empresas agropecuarias, el apoyo al turismo, e incluso la construcción de viviendas subvencionadas (en Ventosilla), para mantener la población.

Como consecuencia de estos esfuerzos y de las propias condiciones de la zona el abandono rural - con ser importante - no ha resultado tan devastador como en otros municipios.

Ésta es la evolución poblacional, en el último siglo:

  • Año 1.900 : 3.331 habitantes
  • Año 1.925 : 3.382 habitantes
  • Año 1.950 : 3.305 habitantes
  • Año 1.975 : 2.049 habitantes
  • Año 2.000 : 1.354 habitantes
  • Año 2.021 : 921 habitantes

Las consecuencias de tal cataclismo demográfico son fáciles de intuir, ya que supone una densidad de población de 5,44 habitantes por km2, de las más bajas del país. No obstante, Villamanín planta cara al proceso de deterioro del mundo rural con una mayor fortuna que otras zonas, gracias a sus excepcionales condiciones de comunicación, a la adaptación de los pueblos a los nuevos modos de vida, y en definitiva, al propio tesón de sus habitantes.