POLADURA DE LA TERCIA

 
Poladura de la Tercia

Datos básicos

Altitud: 1.230 m.
Distancia al Ayuntamiento: 6 Km.
Fiesta: 16 de septiembre (San Cipriano)


Etimología

Deriva del latín ´Populatura´, que se origina por Carta ´Puebla´, concedida por los reyes en la etapa medieval a un vasallo, con privilegios para que procediera a la repoblación de una zona.

Es el mismo origen de las ´Polas´, tan abundantes en Asturias y León, así como de las ´Pobladuras´. Conviene puntualizar que se trata de Poladura de la Tercia, no Pobladura, como escriben algunos.

Por tanto, unimos la suave belleza paisajística de este enclave a una casi segura ´mandación´ regia de carta puebla, y finalmente a la enorme importancia religiosa, que perduró casi hasta el día de hoy.


Historia y legendaria. Actualidad

Citamos el componente religioso, por ir unida la memoria del pueblo a su antiquísimo Monasterio de San Cipriano, de inspiración mozárabe. Se le cita profusamente en la diplomática leonesa a partir del siglo X, con ocasión de cesiones regias; pero poco sabemos de su historia y vicisitudes. Solo podemos afirmar que no pudo pertenecer a la Orden del Temple, dada su superior antigüedad, y que no tuvo ´Scriptorium´. Por tanto no pudieron salir de sus muros las maravillosas miniaturas de los Beatos, que fueron luz de otros cenobios, en aquella etapa fundacional. Y tampoco hubo de ser destruido, cuando la controvertida Orden cayó en desgracia.

De cualquier modo, como ocurrió con otros monasterios, sus inquilinos se desplazarían hacia el sur, siguiendo la estela de la Reconquista, siendo la causa probable de su abandono. De sus ruinas se aprovechó la piedra y el solar para la actual iglesia parroquial, y muchos elementos decorativos, incluyendo una serie de canecillos o modillones, que soportaban la cornisa del tejado, siguiendo una interesante estela del románico popular leonés. (Candanedo, y otros)

Estos canecillos incluían motivos alegóricos: conchas, cabezas, panes, cubos o figuras geométricas… pero fueron sustraídos en la reconstrucción efectuada por Regiones Devastadas, en la posguerra: Durante las obras de reforma del tejado y la espadaña desaparecieron todos los modillones y otras marcas y relieves de piedra existentes en la fachada. Se proyectaba además llevar las campanas, que ya se encontraban desmontadas y puestas en el suelo. Alertados los vecinos, las trasladaron durante la noche a una casa particular. El hecho no gustó a los técnicos de Regiones Devastadas, quienes al no poder acabar la ´devastación´, abandonaron las obras de la iglesia, que hubo de ser rematada por el pueblo. Dos arcadas de medio punto (románico popular leonés) y una apuntada (de inspiración gótica, probablemente del siglo XIV) tomaron el relevo al recinto monacal.

La talla original de San Cipriano,) que ha desaparecido, pues la actual es de escayola), pertenece a la habitual legendaria del pastor que la encuentra en un despoblado, (´Las Triemes´), cerca de ´Los Avellanares´ de Casares.
Para determinar qué pueblo se quedaría con la imagen hubieron de competir dos toros, arrastrando un madero. Venció el de Poladura, en cuyo honor se consagró el cenobio, con ésta y otras reliquias.

Además quedan vestigios de una ermita, en las cercanías del pueblo, al lado de la carretera… Por ello, estos apuntes de antigua religiosidad tienen total justificación en el pasado de Poladura, que continúa celebrando a San Cipriano, como patrón, el día 16 de septiembre.

Lo atendían tres molinos, y uno de ellos (El de la Puente) aún se conserva, en el medio del pueblo.

También hay restos de muros de mampostería en la peña llamada 'El Castellón'. Probablemente se trató de un torreón de vigilancia, en la época de las razzias árabes, hasta mitad del siglo XI. De nuevo entra en escena la imaginación popular, para urdir una coplilla, habitual en otros puntos de la montaña leonesa, que es el señuelo del tesoro oculto, y dice:


'Del castillo al Castellón,
a las Tierras del Hurón
y a la Fuente Ana María
hay una piel de buey pinto
y el vestido de un Señor
que vale el Reino de León'.

De otra leyenda (la de ´la fuente de las brujas´, que algunos sitúan en Poladura), hay que decir que en todo caso pertenecería a San Martín de la Tercia, pueblo en que se halla dicha fuente.

Pueblo, por tanto, de indeclinable poso legendario, si hacemos mientes a la última ocasión en que se verificó un hecho singular: Fue durante nuestra guerra civil, que en Poladura resultó trágica, con quema de edificios y hasta ´de los santos´

Pero aquí vuelve lo fantástico, pues según los informantes, las hachas se rompían al intentar trocear las tallas de madera. Y así, efectivamente, Poladura conserva tres tallas centenarias: Dos del Cristo en la cruz y un San Antonio.

Para dar cuerda a tan sugestivos acontecimientos, y comentarlos, si es preciso, al calor de la hoguera, se abrió en el pueblo la hermosa ´Posada del Embrujo´, que no nos dejará mentir. Es Casa Rural para visitar y quedarse. Recorrer las calles silenciosas de este bello poblado tocado por la magia. Asomarse a la suave campiña de la vega del río, y descifrar, si uno se atreve, los incandescentes topónimos de sus dominios. Vocablos donde legendaria y magia palidecen:

´La Pría´. ´Condecrez´, ´Pomencita´, ´Tirrionda´, o ´Biciecha´…..