Datos básicos
Altitud: 1.140 m.
A pie de la carretera Nacional N-630, y con estación de FFCC, que comunica Asturias con la Meseta.
A 46,00 kilómetros de León, 80 de Oviedo y 360 de Madrid.
Fiestas: 22 de mayo (Santa Rita). 29 de agosto (San Juan Degollado). Segundo domingo de agosto: Día de Asturias
Etimología
Villamanín procede del nombre latino ´Villa´, cuyo fundador o propietario fue, en este caso, Manini, genitivo de Manius. Parece un gentilicio itálico, lo que supondría una fundación muy primitiva, quizás como quinta de recreo, en la etapa inmediatamente posterior a la pacificación de la zona, después de las campañas contra cántabros y astures.
No faltan quienes ven en el sufijo ´in´ una fundación más tardía; y no de raíz latina sino visigoda, concretamente en el inicio de la reconquista, con Fernando I el Católico, como los pueblos de Tonín, Felmín, Villamondrín, etc….
Historia y legendaria. Actualidad
Sea cual sea la época de su fundación, el pueblo de Villamanín se sitúa en un paisaje privilegiado, donde el corazón de la montaña cantábrica se ensancha, para dar cauce a dos valles transversales: Por el este el breve y accidentado de Barrio, Velilla y Fontún, camino de La Mediana de Arbolio. Por el oeste el anchuroso con Cubillas de Arbas en el vértice del poniente. Hacia el norte, la línea de acceso a Asturias, con los hermosos pueblos de altura, que bordean la línea de la cordillera.
El pueblo estuvo, además, flanqueado por multitud de núcleos de población de enorme antigüedad, ya desaparecidos e incluso alguno de ubicación desconocida. No tenemos espacio para ocuparnos de este tema, pero dejamos apuntados algunos nombres:
´Vegafraes´. ´Formigoso´. ´Gogina´. |
Para la imposible descripción de este núcleo de cabecera, en solo unas páginas, nos ha parecido apropiado utilizar en extracto la que consta en su propio Museo Etnográfico. Contamos, para ello, con el permiso de su Directora, Rosa Gutiérrez:
'A mediados del siglo XIX Villamanín era un pequeño pueblo de doce o catorce vecinos… Sus habitantes se dedicaban a la agricultura y la ganadería, y los más osados o mejor situados económicamente a la arriería y la trashumancia. Tenían sus ferias en septiembre y octubre donde vendían o compraban sus ganados y aperos. El trazado de la carretera de Adanero a Gijón, que cruzaba Villamanín, la construcción del ferrocarril y las explotaciones mineras de Santa Lucía y la mina de ´La Profunda´ cambiaron completamente la fisonomía de los pueblos de las cercanías. La arriería comenzó a caer debido al ferrocarril… Se explotaron las bodegas de jamones, y en los primeros años del siglo XX había diecisiete bodegas en Villamanín. Para dejar libres el ferrocarril y la carretera de las fuertes nevadas y los largos inviernos, se contrataban brigadas de obreros y ´espaladores´, y debido a ello surgieron fondas y cantinas… Se estrena el ´Hotel Carmina´ y se empiezan a construir edificios de dos y tres plantas…. A principios del siglo XX el pueblo ya tenía farmacia, luz eléctrica, oficina de telégrafos… y en los años veinte todas las casas tenían agua corriente, cuya traída inauguraban los Condes de Sagasta, lo mismo que el teléfono… Debido a las buenas comunicaciones y servicios se convirtió Villamanín en pueblo de veraneo, y en 'cura de reposo para las enfermedades del pecho', ya que era plaza con dos médicos y un lugar de aire puro… La guerra civil incendió y destruyó Villamanín totalmente… sus habitantes quedaron empobrecidos… La ayuda estatal construyó en Villamanín el Barrio de ´Regiones´ … Al quedar incendiado el edificio del Ayuntamiento, en Rodiezmo, y destruido con toda su historia dentro, se traslada su residencia a Villamanín'… |
Esta concisa descripción, que lamentamos no ofrecer aquí completa, por la falta de espacio, es un perfecto esbozo de una historia de transformación, debida al tesón de sus habitantes. Añadiríamos solo que Villamanín tuvo ´hospital de pobres´, aún en la época de Ensenada, además de edificio del Portazgo.
Para completar el retrato, digamos que el pueblo ya había sufrido otras destrucciones, documentadas durante su dilatada historia: La ocasionada por los franceses de Napoleón, en 1.808 y la ocurrida en la segunda guerra carlista, en 1.870.
No obstante, la más dañina y sistemática fue la de nuestra guerra civil, en 1.937. Su devastación ocasionó el nombramiento de Villamanín por el general Franco como pueblo de atención preferente. Hay una amplia documentación sobre esta etapa tan funesta y reciente de nuestra historia, de la que podemos recomendar la separata del Diario de León, titulada ´Las consecuencias de la guerra´, en que se detallan hasta 72 expedientes de pérdidas en Villamanín.
Otro documento revelador de la gran importancia estratégica de Villamanín, y su papel en la primera parte de la contienda es el libro ´El Anarquismo Leonés´, de W. Álvarez Oblanca, que narra la ocupación del pueblo por los milicianos, la formación del ´Batallón Asturias, núm. 6´, etc..
Tras la guerra, Villamanín tuvo la suerte de que ´Regiones Devastadas´, construyera un moderno barrio. Su diseño recreó un conjunto urbano con los equipamientos característicos: Iglesia, Ayuntamiento, Casa del médico, Escuelas y Albergues…, a más de la plaza principal (de la Constitución) y la plaza del parque, más las casas privadas que ocupan seis manzanas urbanizadas. De trazado y estética impecables, contra lo habitual en la reconstrucción de Regiones Devastadas, es caso único en la provincia de León y solo tiene parangón en el pueblo aragonés de Belchite.
Con ánimo puramente recapitulativo, reflejamos aquí las actuales dotaciones del pueblo, que lo convierten por derecho en punto de atracción comarcal:
No podemos terminar, sin hacer mención a sus singulares mesones y restaurantes, cuyo detalle daremos en el apartado de la gastronomía. Tampoco podemos omitir la cita de algunas edificaciones singulares:
Iglesia: Airoso edificio de cruz latina, y alta bóveda. Construida por ´Regiones Devastadas´, en el año 1.950, en el nuevo barrio, junto al Ayuntamiento, sustituyó a la anterior, situada en la carretera, que había sido cárcel, durante la guerra. Perfectamente conservada, cuenta con una pintura referencial del artista asturiano Paulino Vicente. Se trata de un mural sobre la ´degollación de San Juan´, patrono actual de la parroquia. |
La Casona.- Hecha y habitada por D. Adolfo López Cañón, en 1.932. |
Villa Paca.- Casa de D. Valentín, contratista de obras del Estado, que construyó la carretera de Cármenes. |
Hotel Carmina.- Frente a la Estación. Fue derruido hace pocos años |
Villamanín tiene réplicas en diversos puntos: Un pueblo de Italia lleva su mismo nombre. La Villa de Madrid le dedicó una calle, por Oficio de su alcaldía, de fecha 12 de diciembre de 1.960, y en Gijón existe también la calle y los jardines de Villamanín. Incluso los geólogos, que desde Villamanín estudiaban los yacimientos de la ´Mina Profunda´ y ´La Providencia´, al descubrir en Villanueva de Pontedo un nuevo mineral desconocido por el mundo científico, le dieron el nombre de ´Villamaninita´.
Hay muchas más cosas que contar: Todo un ejemplo de supervivencia, espacio de acogida, puerta de Asturias, lugar donde la niebla se hace luz.